Kazán, Rusia.- El grito de «Eeeh pu…», ha seguido a la Selección Nacional en los diferentes torneos a nivel internacional.
La Copa Confederaciones no podría ser la excepción. En el seno del equipo mexicano saben que si se manifiesta en el juego contra Portugal del domingo en la Arena Kazán, el árbitro tiene la facultad de parar el encuentro y hasta de retirarse del campo, y eso no gusta mucho.
«Se nos informó sobre eso. Es triste que no se pueda encontrar una solución a esta (situación), una solución bastante coherente», manifiesta Miguel Layún.
«Para empezar -continúa- el grito no es con afán de ofender a nadie, pero como mexicanos debemos de comprender que si afecta a alguien más, no debemos de hacerlo. Es un acto de racismo, si es que alguien lo toma así, y como sociedad debemos de demostrar que podemos entender esa falta y respetar».
La FIFA anunció ayer que enviará observadores a todos los partidos de la Copa Confederaciones, y en caso de que se presenten episodios discriminatorios, ha instruido a los silbantes para aplicar un procedimiento de tres pasos que podría concluir con la suspensión del encuentro en curso.